martes, 1 de febrero de 2011

Una sociedad hundida


Quizás la mayor pregunta no sea que será de nuestro futuro, sino que debemos hacer para cambiarlo.

La actualidad nos habla de un país hundido en una profunda crisis, en un profundo malestar del que la salida es difícil, una crisis que viene de largo y que no se da solo aquí, sino en el resto del mundo, aunque con distinto punto de vista y distinta forma de actuar. No hace más de tres años ya comenzaron en Alemania las reformas contra esta crisis que se preveía vendría, y ahora por fin, comienzan a ver la salida (al menos en lo que a su país se refiere).

Muy diferente es el caso de España, en el cual aun no sabemos ni a qué atenernos, tras más de tres años (camino de cuatro), seguimos buscando las respuestas de cómo salir de aquí. Un país marcado principalmente por su política, dividida principalmente en dos partidos más ocupados de tumbar a su rival, que de hacer alguna reforma que de verdad sirva de algo. Los mandatarios, proponen cambios que sus rivales no aceptan, mientras que los mismos dicen que podemos salir de la crisis en dos años... y ¿como?, eso nadie lo dice, quizás porque en verdad sea inviable, quizás porque es mas fácil no ayudar a tu "rival" para que solucione los problemas, o más probable es que de verdad ni lo sepan y sea una estratagema para hundir al actual gobierno.

Sea como sea, seguimos en el mismo punto de partida, una crisis que solo afronta un grupo de personas, con poco o ningún apoyo, y que lo que más reciben a cambio son quejas y criticas. Quizás el mayor problema, es que están tan ocupados en echarse mierda encima los unos a los otros que son incapaces de ver cómo solucionar el problema, o si lo saben, son incapaces de dejar al lado sus diferencias para conseguir, entre todos, que esto se solucione. No soy un idealista, y se perfectamente que esto no es cosa de uno o dos días y que será una recuperación muy larga, pero lo será mas aun si los que pueden cambiar esto no ayudan, y están mas ocupados en ver quien consigue más poder arrebatándoselo al otro.

Y no creo que sea solo un problema de gobierno, es un problema de cultura, es un problema de la sociedad, una sociedad que le gusta lo bueno pero que no quiere sufrir nada malo, y es que quizás debimos haberlo pensado antes de que ocurriera, no gastar tanto en cosas sin sentido y endeudarnos hasta el cuello porque las cosas iban "bien", sin pensar en el futuro, puesto que era algo que no interesaba. El problema es que ahora han llegado las vacas flacas y la gran mayoría ha vivido muy por encima de sus posibilidades, uno de los ejemplos más claros son la gran cantidad de familias que están vendiendo sus viviendas, pero no son viviendas cualquiera, son segundas. Y es que nos gusta mucho disfrutar de las cosas buenas sin pensar sus consecuencias.

Sin embargo, no es el momento de buscar culpables, sino más bien de buscar soluciones, y es que si ahora hay que apretarse el cinturón no queda otra, pero es algo que la sociedad no está dispuesta a asumir, nos hemos acostumbrado a un nivel de vida que no queremos reducir. A pesar de ello, ya son muchas las familias que no es que quieren o dejen de querer, sino que simplemente se han visto arrastrados por todo esto y no les ha quedado otra, posiblemente el cinturón ya no tenga más agujeros y no se pueda apretar mas. Y, ¿de quién es la culpa, del gobierno? más bien de nuestra cultura, de nuestra educación, y es que no hemos sido capaces de parar esto antes de que llegara y ahora se nos va de las manos, nos encontramos en un momento en el que las reformas son necesarias, pero muchas veces no son posibles, en una situación muy complicada de la que va a costar salir y en la que todos vamos a sufrir para hacerlo. No es simplemente culpa del gobierno, sino de una “alta” clase que sabe nada o poco de gestionar un país y su correspondiente economía, y esto no es solo culpa de los que mandan actualmente, sino de toda esa gente que está ahí cobrando para evitar cosas como estas.

Como siempre, hay que ver un paso más allá (que es lo que no se suele hacer en este país). Un día saldremos de todo esto y, posiblemente todo reflote y volvamos a una situación similar a la que se tuvo en los años anteriores a la crisis, de superávit y de un buen nivel de vida, pero entonces, ¿qué haremos?, ¿volveremos a cometer el mismo error? Quizás es el momento de aprender de los errores, de superarlos y de conseguir que no vuelvan a ocurrir, de promover el cambio de esta cultura deficiente, con tantos problemas; de impulsar el desarrollo, la investigación y la educación, de olvidarnos del consumismo y pensar un poco más en el ahorro, en el futuro, y no tanto en el día a día. Formar una buena base, unos pilares lo suficiente fuertes para que no volvamos a caer, y esta base son los actuales estudiantes, de instituto, de universidad, la futura generación que no esta tan lejos y que no dentro de mucho tendrá que aportar y sostener sobre sus hombros el peso del país. Toca ahora, mirar mucho más allá de nuestras narices y ver las consecuencias que puedan tener nuestros actos.

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